2019-03-14Por: Ing. Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú. Una de las principales satisfacciones que nos deja esta nueva edición del Prospectors & Developers Association of Canada (PDAC 2019), sin duda, es el reconocimiento y la mejor percepción que tienen los inversionistas extranjeros respecto al Perú como país atractivo para las inversiones mineras.Y ello se grafica en la última Encuesta Anual de Minería 2018, elaborada por el prestigioso Instituto Fraser, donde nuestro país escaló cinco posiciones, ubicándose en el puesto 14, con un puntaje de 81.55, su nivel más alto en los últimos cinco años. En los dos últimos años hemos ocupado los puestos 19 (2017) y 28 (2016).Este es un buen avance, considerando que la meta, según el Ministerio de Energía y Minas, es ubicarnos entre los diez destinos más importantes para los inversionistas mineros en el 2021, año de nuestro bicentenario. Apuntamos a ese ‘top ten’ donde ya se ubica nuestro vecino Chile, que avanzó hasta el sexto lugar y es líder en Latinoamérica.Pero ello requiere de mucha entrega y compromiso de parte de todos los actores involucrados en el crecimiento del sector minero y del país. Sobre todo, del gobierno que debe enfocarse en agilizar los engorrosos procesos y brindar un marco normativo acorde con la realidad. La idea es reducir la incertidumbre e incrementar la predictibilidad en los acuerdos.En esa línea, saludamos el esfuerzo del MEM que viene impulsando un proyecto de ley para lograr la ampliación del plazo para la recuperación o devolución del IGV hasta el 2022 (y del Impuesto de Promoción Municipal, IPM) a las exploraciones mineras y de hidrocarburos. Recordemos que la vigencia de este beneficio, que incentiva las inversiones en este rubro, vence a fines de este año.De otro lado, creemos también que es sumamente importante el respaldo del gobierno para resolver el tema social, que afecta actualmente el desarrollo de diversos proyectos y operaciones de envergadura en el país. Una de las lecciones que nos deja el paso de los años es que debemos enfocarnos en lograr relaciones maduras con las comunidades campesinas a fin de resolver sus expectativas y lograr negociaciones en plazos y costos predecibles.