Por: Ing. Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.

Está demostrado que una de las soluciones para luchar contra la pobreza en el mundo es la continua creación de empleo. En nuestro país, podemos decir que el sector minero es un gran aliado para continuar reduciendo las cifras de esta problemática, como lo hizo en estas dos últimas décadas.

La industria minera peruana en promedio genera unos 200 mil puestos de trabajo directos, todos estos formales, y aproximadamente un millón y medio de puestos indirectos, a parte de los múltiples aportes a la economía nacional. Pero si logramos impulsar su desarrollo, sin duda, hablaríamos de mucho más.

Si consideramos solo los proyectos mineros en fase de ingeniería de detalle y que cuentan con Estudio de Impacto Ambiental (EIA) aprobado, podríamos impulsar dichas cifras laborales en el país y sumar a una mayor cantidad de peruanos que necesitan un puesto de trabajo.

En este momento contamos con 19 proyectos que iniciarán construcción entre el 2018 y 2019.

Se espera que las obras en los proyectos Quellaveco (Moquegua), Ampliación Toromocho (Junín) y Mina Justa (Ica) generen unos 17 mil nuevos empleos. Estos comprometen un promedio de 400 mil toneladas de cobre concentrado por año, que mejorará el actual perfil del Perú como segundo productor de cobre en el mundo, lo cual nos llena de optimismo.

De otro lado, debemos reconocer el destacado trabajo que viene realizando el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet) desde hace varios años para actualizar la Carta Geológica Nacional a las escalas 1:100,000 y 1:50,000, con el propósito de optimizar los trabajos en infraestructura, inversiones mineras y la Zonificación Ecológica Económica.

Creemos que todo país requiere tener graficada su geología para planificar mejor su territorio y promover el desarrollo de sus habitantes. Sin embargo, opinamos que estos esfuerzos por brindar una mejor información geológica, deberían ser acompañados por una estrategia planificada para brindar una mayor estabilidad en el país, que genere confianza en los inversionistas.

Finalmente, pese a la volatilidad del precio del cobre en esta semana, consideramos que existen buenas perspectivas en el largo plazo de este metal que nos motivan a seguir con los proyectos en cartera que tenemos para los próximos años.