2018-07-27Por: Ing. Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú En medio del ruido político que vive nuestro país, esta semana recibimos una gran noticia que creemos devolverá la confianza al inversionista minero. Nos referimos al anuncio oficial del inicio del esperado proyecto Quellaveco, ubicado en la región Moquegua y que compromete una inversión de más de 5,000 millones de dólares, y que ayudará a la reactivación de la economía nacional.Es uno de los más destacados dentro de los siete proyectos mineros que iniciarán su construcción este año en el Perú. Generará más de 10,000 puestos de trabajo y duplicará el canon de Moquegua así como incrementará los futuros ingresos por impuesto a la Renta que contribuirán con todos los programas de salud, educación y saneamiento del íntegro de las regiones del país.Dicho proyecto, dirigido por Anglo American y Mitsubishi, coadyuvará con el potenciamiento del ciclo económico local y, con ello, en el crecimiento y mejoramiento de la calidad de vida registrados desde hace varios años en Moquegua, reconocida como una de las regiones más competitivas y de mayor nivel educativo en el país gracias al aporte de la minería.Se espera que Quellaveco, que cuenta con reservas para más de 30 años, inicie operaciones en el 2022 con una producción de 300 mil toneladas por año que contribuirán a incrementar no solo la cuota de exportación cuprífera de nuestro país, considerado el segundo productor mundial del metal rojo, sino también a elevar el PBI en 0.4 puntos porcentuales en su primer año de construcción.De otro lado, saludamos la propuesta del Ministerio de Energía y Minas (Minem) para la creación de un Centro de Promoción de Buenas Prácticas que convocará a distintos actores sociales para que elaboren propuestas para un adecuado aprovechamiento de los recursos que generen las actividades extractivas y de esta manera posibilitar el acceso a servicios públicos de calidad.Finalmente, consideramos alarmante la situación que atraviesa Madre Dios, una región pobre, afectada por el lastre de la minería ilegal, que requiere con urgencia un enorme despliegue de esfuerzos conjuntos que permitan brindar alternativas de desarrollo sostenible que desplacen a la minería ilegal del ciclo económico local, que hace muy difícil su erradicación.