Por: Dr. Miguel Cardozo, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú

Tras varios días de tensión, esta semana se logró el desbloqueo del Corredor Vial del Sur que venía afectando el normal transporte de minerales de la operación minera Las Bambas, ubicada en Apurímac, hacia el puerto de Matarani, en la costa de Arequipa.

Como se sabe, no es la primera vez que pobladores de la zona obstruyen repentinamente esta vía, considerada también la principal ruta de transporte de la producción que se extrae de las minas Constancia y Antapaccay, en Cusco, ni tampoco la primera vez que el gobierno declara un estado de emergencia.

Esto, sin duda, constituye una real problemática que no solo atañe al sector minero, sino al país en general, y que desde luego merece una solución con una mirada de largo plazo. Los proyectos y operaciones cupríferas de la zona no pueden desarrollarse en escenarios de permanente incertidumbre.

Al respecto, vemos que el gobierno ha iniciado recientemente la compra de terrenos a las comunidades adyacentes a este corredor minero (de más de 300 kilómetros) con el objetivo de mejorar y asfaltar esta vía que comprende las regiones de Apurímac, Cusco y Arequipa.

Por su parte, la empresa minera Las Bambas ha dado a conocer que se encuentra evaluando un sistema de transporte diferente y menos expuesto que la actual logística por vía terrestre (camiones) y férrea, el cual se definiría a fines del 2020 o inicios del próximo año.

Esperamos que ambas propuestas se viabilicen y sobre todo se complementen con otras más en una visión de desarrollo territorial, tan necesaria a nivel nacional para afrontar las grandes limitaciones de infraestructura y comunicación que obstaculizan llevar el progreso a muchas zonas del país.

Debemos comprender también la gran importancia de este Corredor Vial del Sur para el futuro del Perú, que antes de ser una vía, es un corredor minero, el cual alberga grandes depósitos cupríferos que se extienden hasta el norte de Chile (Chuquicamata, Escondida o Collahuasi).

Por ello, es necesario tomar cartas en el asunto para poner en valor toda esta riqueza minera que nos permitiría avanzar en el cierre de brechas de desarrollo social, sobre todo en un contexto favorable para el crecimiento del mercado de cobre por las megatendencias mundiales como la electromovilidad, el cambio a energías limpias o el crecimiento urbanístico de China. Hagámoslo posible por el bien del país.

Al cierre de esta nota, y en medio de esta crisis ministerial, se dio la designación de la Ing. Susana Vilca Achata, miembro de nuestra institución, como nueva ministra de la cartera de Energía y Minas. Una decisión que saludamos, no solo por su profesionalismo, sino sobre todo porque conoce muy bien los grandes desafíos de nuestra minería. Le deseamos mucho éxito en su gestión.