María Justiniani Romero y Diego Arias del Carpio asienten que existe desconocimiento de parte de un sector de la sociedad sobre las buenas obras de la minería para con las comunidades y el ecosistema. Por eso, decidieron asumir un papel protagónico para desmentir las ideas malintencionadas y demostrar los proyectos sostenibles que realiza el sector. Un ejemplo de ello es la planta de tratamiento de aguas residuales que construyó Cerro Verde en Arequipa, con el cual se le devolvió la vida a un río, se potenció a la agricultura y se incentivó el turismo. Los ganadores de Protagonistas de la Minería del Bicentenario, edición de septiembre, afirman que las acciones como esta deben ser reproducidas por otras empresas para ampliar los beneficios de la minería responsable. Más de sus declaraciones en las siguientes líneas.

¿Por qué escogieron el tema de la PTAR La Enlozada y la recuperación del río Chili?

María: La minería en el Perú suele ser un tema controvertido, especialmente por los sesgos de información que existen respecto a su desarrollo. En ese sentido, aquellos que creemos en el desarrollo sostenible que genera una minería responsable, tenemos que ir con cuidado a fin de ser “imparciales”. Esta situación no solo influye en el adecuado impulso de esta actividad, sino que afecta la forma en la que nos percibimos al respecto. No llegamos a sentirnos plenamente orgullosos de vivir en país minero, dejando de lado el hecho de que la minería formal ha tenido un rol importante en el desarrollo social y económico en nuestro país. Al respecto, muchos argumentos presentados contra la minería se basan en criterios netamente subjetivos y ciegan los aspectos positivos.

Fue por ello que, como arequipeños orgullosos de la actividad minera formal que ha permitido el desarrollo de nuestra ciudad, decidimos resaltar un caso importante que, si bien ha sido reconocido a nivel académico o internacional, no es de pleno y claro conocimiento para todos los peruanos. El caso de la PTAR La Enlozada ha significado mucho más que una planta de tratamiento. Ha representado la recuperación del principal cuerpo de agua de la ciudad de Arequipa, logrando gestionar adecuadamente las aguas provenientes del desagüe de la ciudad, devolviendo, casi en su totalidad, el agua residual tratada. Este sistema, integrado a lo que se conoce como el “Círculo virtuoso del agua” (integrado a otras obras vinculadas a la gestión del recurso hídrico en Arequipa), ha impactado de forma positiva no solo en la recuperación del río Chili sino también en el sector agrícola, dado que muchas áreas destinadas a la agricultura son regadas con el agua proveniente de dicho cuerpo de agua.

Entonces, gracias al impulso de Sociedad Minera Cerro Verde y la participación de otros actores públicos de la región, se puso en marcha un proyecto que ha generado una serie de impactos positivos, cuyo resultado excede el ámbito minero y ha sido transversal a la recuperación ambiental y la producción agrícola.

Por ello, si bien la conservación ambiental es uno de los fundamentos por los cuales se cuestiona el desarrollo de actividades mineras, existe una realidad paralela que se desconoce o se pretende desconocer y que involucra ambientes ya contaminados, como el río Chili, cuya recuperación no sería posible de no ser por los beneficios que la minería aporta.

¿En qué condiciones se encuentra ahora el río Chili?, ¿de qué manera se están beneficiando los habitantes?

Diego: De acuerdo a recientes reportes de la Autoridad Nacional del Agua (Ministerio de Agricultura y Riego), emitidos durante el año 2020, se ha concluido que el río Chili registra una mejoría en la calidad del agua a comparación de los resultados obtenidos en el año 2019, lo cual de por sí es alentador, teniendo en cuenta que en años anteriores también se registró una recuperación de la calidad del agua. Estos resultados se han basado en un estudio efectuado mediante equipos multiparámetros, con los cuales se evaluaron diversos parámetros e indicadores a través de 5 puntos de control ubicados en Charcani y los puentes San Isidro, Tingo Grande, Tiabaya y Uchumayo. Los números obtenidos se encontraban dentro de los márgenes de los Estándares de Calidad Ambiental o ECAs para agua, lo cual es excelente porque representa una gran posibilidad de que exista una recuperación biológica en el río.

En consecuencia, los habitantes se benefician no solo al obtener productos agrícolas regados con aguas que cuentan con una adecuada calidad, sino también por el impacto visual o paisajístico de las zonas aledañas al río Chili. Además, como es evidente, los agricultores también se benefician directamente porque su insumo principal cumple con los estándares de calidad ambiental respectivos, garantizando así la calidad de sus productos. Al respecto, tal como lo hemos mencionado en el video que presentamos para el concurso, los beneficios que han recibido los agricultores ha sido la generación de 26,430 ha de agua parra cultivo, mientras que el 88% de la población de Arequipa tiene acceso al agua potable y las empresas industriales han generado el almacenamiento de 132 millones de agua. Esta información sobre los beneficios la obtuvimos de una investigación muy relevante, realizada por el Mg. Agustín Tapia, llamada “La creación de valor compartido como una metodología para una nueva gestión social en minería”. Dicha información la consignamos en el video enviado al concurso.

Esta iniciativa fue impulsada por inversión de Cerro Verde, ¿crees que más empresas mineras deben imitar este caso para con sus comunidades?

Diego: Claro que sí. Iniciativas como esta promueven el desarrollo sostenible de la región, no solo por el impacto ambiental positivo que generan, sino especialmente por el impacto social y económico. En el tema social, los habitantes y pobladores de las zonas aledañas reciben los beneficios de una zona, área o cuerpo de agua limpio. Además, este tipo de proyectos también precisan de la participación activa y directa de los pobladores, ya sea evitando arrojar desperdicios a la orilla del río o haciendo campañas para la limpieza de las riberas, a fin de mantener el cuerpo de agua en un estado óptimo.

En cuanto al tema económico, como dijimos, los beneficios son tangibles. En tal sentido, un proyecto como este cuenta con varias partes involucradas, las cuales se han visto beneficiadas. Ha sido un ganar-ganar para la empresa, la población y el Estado. Si más empresas mineras impulsan este tipo de proyectos de valor compartido, en el cual los principales aliados son los habitantes de las zonas aledañas, podrán influir en la percepción de buena parte de los peruanos, limitando al máximo las opiniones subjetivas y la información sesgada que se difunde rápidamente y que lleva a reclamos sin fundamento que, aunque nos siga sorprendiendo, pueden acarrear la paralización de importantes operaciones mineras. De todas formas, es importante resaltar que el trabajo o el impulso de estos proyectos no puede quedar solo en mano de la empresa. Se necesita la coordinación de los actores involucrados, a fin de consolidar adecuadamente las iniciativas a lo largo del tiempo. 

¿De qué manera los profesionales de Derecho pueden aportar en el desarrollo sostenible del sector minero y sus áreas de influencia?

María: El rol de los abogados en el sector minero ha sido relevante en los últimos años. Como gestores e intermediarios, han tenido un rol fundamental no solo en la dirección de los trámites necesarios para poner en marcha las actividades mineras, sino especialmente a través del ámbito académico. Actualmente, muchos abogados tienen que asimilar también conocimientos técnicos, económicos y de gestión en general para el asesoramiento de empresas mineras o para asumir cargos públicos en las entidades que cuentan con facultades en el sector.

En ese escenario, los profesionales del Derecho, principalmente los involucrados en el sector y que tienen cierto conocimiento de la gestión minera, tienen un rol fundamental, no solo en la labor diaria que realizan, sino también como promotores de una actividad minera responsable. Para ello, existen muchas vías, pero, en esta oportunidad quiero resaltar dos: 1) los abogados tienen en sus manos una herramienta muy poderosa como es la de proponer políticas, planes, programas o marcos regulatorios que impulsen una minería integral, legal y responsable; lo cual se puede lograr desde el ámbito académico; y 2) la difusión de la información legal verídica y vigente, de tal manera que más gente comprenda el esquema regulatorio que rige la actividad minera formal en nuestro país, a fin de evitar que se generen conflictos por el desconocimiento de la materia. Son tareas importantes e independientes de la labor que día a día pueden desempeñar como profesionales del Derecho.

En consecuencia, un abogado minero tiene que ser apasionado del tema, al punto de entender los aspectos transversales que rigen el sector, tales como la seguridad, el medio ambiente, la economía, entre otros.

¿Cuáles son las responsabilidades de un ingeniero de seguridad en la mina?, ¿con qué estándares normativos se trabaja frecuentemente en este sector?

Diego: Sabemos que la responsabilidad es el cumplimiento de obligaciones y una pieza clave en la producción y en la seguridad de toda empresa minera es el ingeniero de seguridad, que tiene a su cargo un lugar de trabajo o autoridad sobre uno o más trabajadores en la operación minera.

• Verificar que los trabajadores cumplan con el Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería y con los reglamentos internos.
• Ser responsable por su seguridad y la de los trabajadores que laboran en el área a su mando.
• Tomar toda precaución para proteger a los trabajadores, verificando y analizando que se haya dado cumplimiento a la Identificación de Peligros y Evaluación de Riesgos (IPERC), realizada por los trabajadores en su área de trabajo, a fin de eliminar o minimizar los riesgos.
• Instruir y verificar que los trabajadores conozcan y cumplan con los estándares y Procedimientos Escritos de Trabajo Seguro y usen adecuadamente el equipo de protección personal apropiado para cada tarea.
• Investigar aquellas situaciones que un trabajador o un miembro del Comité́ de Seguridad y Salud Ocupacional consideren que son peligrosas.
• Informar a los trabajadores acerca de los peligros en el lugar de trabajo.
• Asegurar el orden y limpieza de las diferentes áreas de trabajo, bajo su responsabilidad.
• Verificar que los trabajadores usen máquinas con las guardas de protección colocadas en su lugar.
• Actuar inmediatamente frente a cualquier peligro que sea informado en el lugar de trabajo.
• Facilitar los primeros auxilios y la evacuación de los trabajadores lesionados o que estén en peligro.
• Verificar que se cumplan los procedimientos de bloqueo y señalización de las maquinarias que se encuentren en mantenimiento.
• Paralizar las operaciones o labores en situaciones de alto riesgo hasta que se haya eliminado o minimizado dichas situaciones riesgosas.
• Imponer la presencia permanente de un supervisor en las labores mineras de alto riesgo, de acuerdo a la evaluación de riesgos.

También son relevantes los estándares normativos con los que se trabaja en el sector minero

Al respecto, la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo;Ley Nº 29783, que tiene como finalidad fomentar una cultura de prevención de riesgos laborales tanto por parte de los trabajadores, empleadores y el cumplimiento de la fiscalización de la legislación por parte del Estado.

Asimismo, el Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería D.S. Nº 024-2016-EM, modificado por D.S. Nº 023-2017-EM, que tiene como objetivo prevenir la ocurrencia de incidentes, incidentes peligrosos, accidentes de trabajo y enfermedades ocupacionales, promoviendo una cultura de prevención de riesgos laborales en la actividad minera.

¿Crees que la pandemia supuso un replanteamiento de las medidas de seguridad en la minería?, ¿por qué?

Diego: El covid-19 es un nuevo desafío que enfrenta el mundo entero y nadie estuvo preparado, pero industrias como la minería tienen una base que contribuyó a una mejor adaptación y que se debe a que en los últimos años ha consolidado una cultura de seguridad. La minería puso en marcha los protocolos establecidos para afrontar diversos tipos de eventos, incluidos las situaciones atípicas como es el caso de la pandemia.

No obstante, se tuvieron que implementar nuevas medidas de prevención y control ante el riesgo de propagación e impacto sanitario del Covid-19, elaborando un plan de vigilancia, prevención y control en el trabajo, acciones previas al traslado e ingreso a las unidades, instalaciones y/o centros de control como por ejemplo las medidas en el transporte de personal hacia y desde las unidades mineras y sobre todo las medidas de aislamiento temporal, evolución de casos sospechosos o confirmados de Covid - 19 y la reincorporación al trabajo. Por lo que, sí, hubo un replanteamiento de las medidas de seguridad en el sector minero.

¿Qué significa para ti el concepto de seguridad jurídica?, ¿cómo impacta en la minería?

María: La seguridad jurídica no solo es un concepto, se trata sobre todo de un principio del Derecho, que abarca tanto la aprobación de las normas como su aplicación. En tal sentido, considerando la importancia de un contenido normativo, dado que en su mayoría establecen prohibiciones o fórmulas de conducta, la seguridad jurídica implica el nivel de certeza que generan las disposiciones normativas en las personas a las que se aplican.

Por ello, no es gratuito el hecho de que los principios que sustentan la seguridad jurídica sean los principios de legalidad, debido procedimiento y tipicidad. En ese escenario, lo mínimo que esperan los ciudadanos (entre ellos las empresas y el sector privado en general) es tener un alcance razonable y fundamentado no solo de las normas emitidas sino también de su aplicación por parte de las entidades del Estado.

Bajo ese escenario, a nivel internacional existen encuestas y estudios estadísticos que, para efectos de las inversiones mineras, consideran a la seguridad jurídica como un indicador importante, especialmente en cuanto a la regulación en materia tributaria. Es así que, de acuerdo a las normas vigentes en nuestro país, un titular minero tiene distintas prerrogativas en base a la seguridad jurídica, como la libertad de empresa y el respeto de los alcances de los contratos suscritos con el Estado. En ese punto, las competencias o facultades de las distintas entidades del sector público deben respetar ese núcleo duro en el que se encuentran recogidos los derechos de las empresas mineras y sus inversionistas, por ser no solo un tema reconocido como parte de la Constitución y el bloque de constitucionalidad (leyes orgánicas, jurisprudencia del Tribunal Constitucional, etc.), sino también por ser un aliciente del derecho en general.

¿En qué rama del Derecho pretendes especializarte?, ¿por qué?

María: Desde que estudiaba en la universidad, mi interés se enfocó completamente en la gestión minera. Para mí es un sector con el que me identifico plenamente, no solo en los aspectos positivos sino también en aquellos aspectos retadores que necesitamos afrontar a fin de incrementar los beneficios de la minería en general, como, por ejemplo, concretar la formalización íntegra, eficaz y eficiente de la pequeña minería y la minería artesanal.

En tal sentido, tanto los beneficios que la minería aporta como los retos que tenemos por delante, me han impulsado y motivado para seguir esta línea de especialización en el tema minero. Además, es una actividad que forma parte del día a día de todos los peruanos, no solo por la presencia de los minerales en buena parte de los objetos que nos rodean, sino también porque el Perú es un país minero y, como tal, tiene un rol relevante no solo a nivel de Latinoamérica sino también a nivel mundial.

¿Qué imagen tienes de ti en los próximos cinco años?

Diego: Aportar mis conocimientos y experiencia para consolidar una minería sostenible a nivel nacional. A tal efecto, me veo participación de la gestión de seguridad en una mina a gran escala. También, a ese tiempo espero haber colaborado con la implementación de sistemas de seguridad modelos a nivel de la pequeña minería y minería artesanal. Y, no menos importante, considero que, de aquí a cinco años, tendré la experiencia necesaria como para seguir promoviendo una actividad minera responsable, que asuma totalmente una cultura de prevención en sus operaciones.

¿Has tenido la oportunidad de visitar alguna mina?, ¿dónde fue y qué te sorprendió más? De no ser así, ¿qué operación te gustaría conocer?

María: Sí. Realmente tuve la oportunidad de visitar algunas unidades mineras. Hasta la fecha, he visitado la unidad minera Cerro Verde en Arequipa, la unidad minera Condestable y la fundición y refinería de Southern en Ilo. La verdad, las 3 unidades mineras me parecieron asombrosas, no solo por su tecnología y la organización de sus operaciones, sino también por la ingeniería que han empleado para su construcción e integración con el área donde se ubican.

Por ejemplo, en el caso de la unidad minera Condestable, allí pude ingresar a las labores subterráneas, llegando hasta el último nivel, que para ese entonces se encontraba a -400 metros bajo en nivel del mar, algo totalmente nuevo para mí. Dentro de las galerías, tuve la oportunidad de conocer los espacios que existían, los trabajadores, el método de explotación empleado y la disposición del mineral al interior. En general, fue una excelente oportunidad para conocer de cerca el funcionamiento de este tipo de actividades que, desde fuera, podrían parecernos sencillas.

A nivel de pequeña escala, también pude visitar algunas plantas de beneficio ubicadas en el distrito de Chala, provincia de Caravelí-Arequipa, así como varias operaciones mineras extractivas en distintas bases mineras de la región.

Si bien agradezco el haber podido visitar dichas operaciones, tengo la ilusión de conocer otras unidades mineras realmente históricas como el Complejo Metalúrgico de la Oroya y la Mina Santa Bárbara en Huancavelica. Asimismo, tengo un especial interés por conocer el desarrollo minero en unidades ubicadas en otros países, como la mina El Teniente en Chile.