2018-09-07En la última década se planificaron y ejecutaron al menos una decena de megaproyectos mineros tanto en Perú como en Chile, sin embargo, salvo contadas excepciones, dichos emprendimientos estuvieron lejos de conseguir el éxito esperado.Los altos precios del cobre, la escasez de mano de obra calificada y la prisa por poner en marcha las operaciones influyeron sobre la calidad de las decisiones que se tomaron, lo que, a su vez, originó algunas complicaciones en los resultados de los proyectos. ¿Qué aprendizajes se obtuvieron de dichos emprendimientos? De ello se habló este 6 de setiembre en el tradicional Jueves Minero, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), en el marco de la conferencia “Lecciones aprendidas de los megaproyectos en la región”, a cargo de los especialistas Marcelo Aguilar y Fernando Pino, consultores asociados de HLC Ingeniería y Construcción.Ambos expositores con una vasta experiencia en el sector minero participaron en proyectos de gran envergadura como Caserones (MLCC), Caspiche (Exeter Resource) y Radomiro Tomic (Codelco), entre otros, ubicados en Chile, así como en Antamina, en nuestro país. Señalaron que el éxito de un proyecto minero depende del equilibrio de tres variables principales como inversión, tiempo de ejecución y la capacidad de la planta en funcionamiento. “En los proyectos tradicionales dos tercios de estos resultan exitosos, sin embargo, cuando hablamos de proyectos de envergadura, solo un tercio logra cumplir sus objetivos”, precisaron. La primera causa de fracaso que identificaron son los estudios preinversionales donde aconsejaron priorizar los estudios metalúrgicos, así como la definición de los criterios de diseño. “En los últimos años en las plantas concentradoras se trabajó bajo un paradigma: el mayor molino cercano a las 100 mil tonelada por día, ello sin hacer un mayor análisis al respecto”.Los expertos también hicieron hincapié en que es prioritario definir el nivel de sistemas automáticos que se van a requerir en el tiempo de la puesta en marcha de los megaproyectos mineros para no seguir el camino directo al fracaso. “También tenemos que preguntarnos qué tan robustos queremos que sean nuestros diseños”, apuntaron. Otro de los factores relevantes a considerarse desde el inicio de los emprendimientos- señalaron- es el incurrir en la ejecución acelerada (Fast Track). “Este método es una receta para el desastre en los megaproyectos. No lo recomendamos”, remarcaron. Asimismo, indicaron necesario poner una mayor atención en las reducciones de costos, el modelo de gestión de proyecto y la sustentabilidad ambiental. “Es importante acercarse temprano a las comunidades y planificar cuidadosamente el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para evitar retrasos. Debemos explicar adecuadamente el impacto real del proyecto y los beneficios que trae este”.Finalmente mencionaron que en forma frecuente los proyectos requieren innovaciones y en ocasiones son indispensables, pero estos implican riesgos que deben ser considerados. “Si el proyecto es de ya riesgoso, las innovaciones pueden agravarlo. De acuerdo a nuestra experiencia los mayores riesgos se corren en el respaldo geometalúrgico y en las ingenierías preinversionales”, finalizaron.